Si pudieras elegir cómo aprender contabilidad, que preferirías: ¿que te enseñe contabilidad tu madre, tu padre, un hermano, un amigo...? ¿o un compañero de trabajo que es contable?
Si la respuesta es: "no tengo la suerte de tener alguien así cerca de mí", la pregunta sería entonces, qué prefieres: ¿un entrenador presencial sentado contigo y llevándote a la vida real y que te haga resolver exitosamente situaciones típicas de una gestoría contable o un despacho profesional o un curso a distancia y a tu ritmo con una titulo bonito y homologado?
Por increíble que parezca, la mayoría de personas siguen pensando que un título homologado es la solución a todo y si es con doble titulación y a su ritmo todavía mejor.
Cientos de millones de euros en publicidad y varias décadas de esfuerzos puramente mercantilistas en materia de formación contable y empresarial han sido invertidos para denostar la formación contable presencial por una formación a través de una pantalla.
Hoy por hoy, en España, algunos, los más listos como siempre (ejecutivos, personas que proceden de entornos familiares del sector contable y fiscal, extranjeros con talento que vienen a buscarse la vida a España, rebotados de cursos online…), saben que localizar a un buen profesor, implicado con el alumno, capaz de formar a un grupo reducido como si de un coach se tratara, que esté a tu lado igual que lo haría un familiar, con ejemplos contundentes y resolutivos a nivel real, es la opción ganadora. Estos pocos alumnos, como siempre, son los únicos que al final logran funcionar a nivel real en gestorías contables, despachos, o departamentos financieros de empresas. No hay color. Lo llevo viendo una y otra vez durante más de 20 años y 20.000 horas de formación contable que he impartido siempre de forma presencial.
Ya lo sabes, si partes de cero, o necesitas conocimientos solventes en poco tiempo a nivel presencial, no digas que no te lo advertí.
El alumno espabilado, especialmente si parte de cero, que busca una formación contable y resolutiva a nivel real, debería ir pensando menos en titulitis, dobles titulaciones de contabilidad, cursos online del tipo a tu ritmo y libertad de horarios, y centrarse más en qué tengo que saber de verdad para funcionar a nivel real y dónde puedo encontrar ese entrenador que me convierta en un contable en un mes. Estamos en tiempos de resolver y más en la contabilidad y la dirección de empresas. Hasta debajo de las piedras deberíamos buscar una formación contable y fiscal que nos haga funcionar a nivel real.
Este requisito es esencial, especialmente para personas que parten de cero conocimientos contables o excesivamente teóricos.
Sin lugar a dudas, por puro mercantilismo en materia de formación contable, han sido millones de euros que de forma interesada se han invertido por denostar la formación presencial frente a la formación online.
Si se pudiera aprender contabilidad de un familiar, de un compañero de trabajo, de un amigo, pocas plataformas con tutores íbamos a necesitar porque iríamos a tiro hecho.
Pues esta es la idea.
Para estudiar contabilidad debes seleccionar un curso de contabilidad que cumpla al menos tres requisitos:
Sinceramente, al que le puedas preguntar a tiempo real, y que te pueda contestar de forma directa, sin miedo a ser observado por terceros y más preocupado por cumplir el temario y buscar el rigor técnico que el hecho de que el alumno realmente aprenda con ejemplos explícitos y contundentes, aprenderías el doble de rápido y de seguro en lo que aprendes.
Si vas enfocado a la vida real, en vez de una oposición, lejos debería quedar el aprender de memoria.
O tenemos a alguien que esté encima de nosotros enseñando de forma explícita contabilidad, y que te remarque los fundamentos contables de manera contundente para que se puedan contextualizar en un entorno real, o no tendrás éxito.
Que el curso de contabilidad este impartido por un profesor que no sólo esté formado académicamente en contabilidad sino que además haya desarrollado su carrera profesional en el mundo de la contabilidad. A este respecto preferiblemente en el ámbito de la auditoría contable, despachos profesionales, gestorías, asesoría y similar.
Que el curso de contabilidad sea presencial y parta de cero.